Fue raro. Me quedé quieto, mirando cómo se acercaba con un poco de reparo. Me gustó su actitud, me puse en pie y fui a su encuentro. Dos besos de hielo dónde un día hubo un incendio. Palabras típicas, saludos protocolarios ante un encuentro ineludible. Joder, tú y yo, que fuimos tan grandes. Enormes. Lo más grande del mundo. Y míranos, dos desconocidos con un pasado común y un encuentro casual cada año y medio. Qué vas a decir.
Cuando pasa el tiempo y piensas en esa persona, crees que el reencuentro tendrá sembrado la semilla de la melancolía. Pero no fue así. Me encontré con la misma persona de siempre: su voz, su sonrisa, su actitud. No sentí más que una alegría enorme, no hubo nada más. Tenía ganas de verla, muchísimas ganas. Y la vi.
viernes, 20 de marzo de 2009
miércoles, 4 de marzo de 2009
Tendría que inventar un idioma
Las palabras se crearon para el mundo
para el cielo el agua el sueño
el hambre el tiempo el miedo
las palabras se inventaron para describir
pero no para expresar lo indescriptible
son limitadas
son finitas
no son imágenes
no son palpables
lo que siento es subjetivo
que existe es evidente
pero no logro expresarlo
no quiero caer en el tópico
ni usar palabras de segunda mano
quiero reinventar la esencia
si no prefiero el silencio
el punto en boca
el folio en blanco
recitar escritos de otros
mientras invento verbos
un idioma
y por último un verso
para el cielo el agua el sueño
el hambre el tiempo el miedo
las palabras se inventaron para describir
pero no para expresar lo indescriptible
son limitadas
son finitas
no son imágenes
no son palpables
lo que siento es subjetivo
que existe es evidente
pero no logro expresarlo
no quiero caer en el tópico
ni usar palabras de segunda mano
quiero reinventar la esencia
si no prefiero el silencio
el punto en boca
el folio en blanco
recitar escritos de otros
mientras invento verbos
un idioma
y por último un verso
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