martes, 22 de enero de 2008

¿Exististe?


Lo que vivimos no permanece en ningún sitio,
se esfumó para siempre.
Acaso asoma a la superficie
del pensamiento en noches de insomnio,
en paseos reflexivos por la playa,
en fotografías que habitan en silencio
como puntos de lectura
en el interior de libros dormidos
que una tarde abrimos por error.
Más allá de eso, nada.
No sé siquiera si tú guardas en tu fortuna
nuestro patrimonio de amor.
Lo cierto es que, en un caso u otro,
el tiempo nos lo arrebatará todo,
y sé que algún día me preguntaré
si fuiste un sueño, si exististe o no.

domingo, 13 de enero de 2008

Te sigo echando de menos...

En esa mesa estuvimos tú y yo. Ahora está vacía.

viernes, 11 de enero de 2008

El marcapasos del dinero

Hablan del amor como si fuesen kilos de harina.
Llevamos tres años, un mes y un cuarto de hora.
Coleccionan momentos en álbumes de fotos
que recuerdan cada 365 días con regalos
envueltos en papel elegante y cinta roja.
No llegan a fin de mes,
pero da igual. Es San Valentín.
Un beso no les basta, un te quiero se queda corto;
el Corte Inglés les enseñó que en el amor
sólo valen los diamantes y los brazaletes de oro,
y ellos cumplen a rajatabla, como buenos decuriones,
lo que el señor merchandising les dejó claro
en sus no sé cuantos mandamientos.
No robarás, financiarás tus compras a veinte meses,
pagarás con tarjeta de crédito.
"Las noches de los viernes me desfaso de bar en bar
conociendo a chicas de corazón aventurero.
Pero da igual, tu anillo dice que te quiero.
¿No vas a creerlo? Aún lo estoy pagando.
Y nosotros, amor, como sabes,
medimos nuestros latidos con el marcapasos del dinero...".

jueves, 10 de enero de 2008

Para ti...


Porque tus iris son mares y tus pupilas islotes,
por eso te escribo estas líneas.
Porque quisiera ser náufrago en tus ojos,
quién pudiera...
Porque asomarme a tus ojos es como tener
una casa en primera línea de playa
te escribo estas líneas.
Porque quisiera navegar por sus aguas
y descansar en sus calas de blanca arena;
quién pudiera...

miércoles, 9 de enero de 2008

Álbum


He visto tantos momentos reflejados en tus ojos que enfrentarme a ellos es como observar un álbum de fotos...

martes, 8 de enero de 2008

Pájaros en la azotea

Ella creyó que él era un príncipe.
él que ella era una princesa.
Pero como ocurre siempre
que se sale de los cuentos,
los dos se llevaron una amarga sorpresa.
De princesa tenía más una piedra,
y él no tenía caballo, corona ni cartera.
Desterrados al "ya no te aguanto"
como dos malas hierbas,
siguieron sus caminos
cada uno por su cuenta,
perdiendo decenas de ingratos disgustos
y ahorrando una pasta
en pastillas contra el dolor de cabeza.

sábado, 5 de enero de 2008

Tú sabes muy bien quien eres...

Sé que no te gusta que use tu nombre,
no por si se gasta o se destiñe,
sino porque eres asidua al anónimato,
prefieres no ser protagonista.
Pero tu fallo es no darte cuenta
de que eres demasiado bella
como para quedar desterrada
a actriz de reparto;
tú has nacido para ser estrella.
Eres especialista en removerme el alma,
y al interponerte en mi campo visual
enciendes la chimenea de mi inspiración
con tus ojos de fuego.
Me quitas el frío, me quitas el sueño.
Me robas la cordura y la sobriedad.
Ladrona del corazón, paga la factura,
la multa por daños y perjuicios,
la capa de pintura de esta pared desconchada.
Vuelve, vuelve, te necesito más que nunca.
Perdona a este pobre sin techo,
ábrele las puertas de tu casa,
tápale con tu suave manta de lana.
Ya está bien de fingir que no nos importamos;
me muero por ti, te quiero y lo sabes.
Llámame, responde si lees esto,
da señales de que existes,
lanza una bengala al cielo.
Tú sabes muy bien quien eres. Sí, tú.

Niña gallega de ojos de almendra,
perlas de mar;
llamarte en el silencio de la noche
es evocar el oleaje del Océano Atlántico.
Tu nombre me trae olor a sal
y me enamora, marinera;
qué placer saludar juntos al manto azul
desde la cúspide de la Torre de Hércules
o pasear por el jardín de San Carlos
como dos astronautas por las estrellas.
Amor imposible, árbol de arena,
echas raíces párpados adentro
e intoxicas con tus frutos exquisitos mi sesera.
El día que te encuentre pagaré la cuenta
que le debo al barman
de la barra libre de tus labios,
y con la luna como testigo protegido,
si me dejas,
caeré ebrio a tus pies
vencido por el vino dulce de tu boca.
Llévame a Finisterra, marinera.

viernes, 4 de enero de 2008

Tópicos

Dicen que esperar consiste en quedarse parado
pero existen esperas corriendo saltando volando
Dicen que esperar consiste en quedarse callado
pero existen esperas a gritos en susurros cuchicheando
Dicen que para esperar hay que coger turno
pero existen esperas sin colas sin INEM sin paro
Dicen que para esperar hay que saber de horarios
pero hay esperas sin reloj sin fechas sin calendarios
Dicen dicen dicen
Siempre hay alguien que por no callar
tiene que decir algo