miércoles, 20 de febrero de 2008

Una flor entre ruinas

Tal vez no te lo creas, pero me visitas más a menudo de lo que deberías. Acudes por mi mente en forma de recuerdo, sin voz ni cuerpo, sin calor. Pero aún así sigues siendo igual de bella, incluso más; tal vez no haberte visto en tanto tiempo ha hecho que te idealice, que idealice tu compañía sumido en tu ausencia. Sé que nunca volverás, y sé que siempre te querré. Aunque no vuelva a verte, aunque cada vez estemos más lejanos hasta el punto de no saber si el otro existe o no, siquiera si existió alguna vez. Una frase, una melodía, un lugar, una fecha concreta o una habitación vacía hacen que brote una flor entre ruinas. Y entonces sé que, aunque todo terminase, algo de ti sigue vivo en algún rinconcito, entre el recuerdo y el olvido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Balancearme entre las lianas con la suavidad
de un rayo de canela en rama,
y descubrir entre los claros de las nubes
una nueva primavera
que ha venido para quedarse.
Hay vida después de la muerte,
lo juro.
Y campos tupidos de flores,
y mares de chocolate.