martes, 24 de junio de 2008

Reflexión


Que se pare el tiempo, que sea siempre hoy, este momento perfecto. Que no cambie nada, ni la dirección del viento, y que no envejezca una pizca de mi entorno ni yo mismo. Quiero vivir por siempre en este minuto, que todo se mantenga en equilibrio. Cambiar la emoción del porvenir por el seguro de una felicidad de roble, eterna. ¿Para qué quiero más, si lo tengo todo? No me arriesgo a perder lo que me mantiene vivo por ganar en caprichos superfluos. Hacía tiempo que no me sentía tan dichoso.

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